SPECIALE

07 Avr 2014

Un calendario de trabajo de 11 meses (I)

Estrenamos esta nueva sección de reportajes en la que periódicamente acercaremos diferentes aspectos del mundo del remo. Hoy arrancamos con la preparación física

El trabajo del remero, en ocasiones, parece quedar limitado al terreno puramente competitivito. Pero para llegar a punto a la fase estival, los deportistas tienen que afrontar un calendario de entrenamientos que comienza a finales de octubre y termina en septiembre del año siguiente. Es por ello, y para conocer en qué consiste toda esta preparación, Igor Makazaga, técnico de Orio Babyauto y que posee una dilatada trayectoria en la Liga San Miguel, nos explicará en dos capítulos los planes de entrenamientos a los que se someten. En el de hoy, nos describirá la primera gran fase de la campaña, la conocida como el 'invierno'.

"El año tiene 52 semanas: entrenamos 46 y descansamos seis", sentencia Igor Makazaga. En estos once meses de competición el remero se somete semanalmente a seis días de entrenamientos. "El hecho de que descansemos un día es porque psicológicamente la cabeza pide ese día de descanso. Pero físicamente el remero podría estar preparado para aguantarlo", apunta el técnico. En esta primera fase, que va de octubre a abril, el trabajo aeróbico es el que prima por encima del resto, aprovechando en tierra para hacer ergómetro, carrera continua o trabajo de pesas. "Planteamos un trabajo de dos días en el agua y cuatro en el tierra. El objetivo es acumular kilómetros en la hora y media que se alarga cada sesión y aprovechar para asentar la remada", explica Makazaga. Para ir conociendo las mejoras de cada deportista, se aprovecha esta época para realizar periódicamente exámenes físicos individuales. "Los controles que se hacen de forma mensual nos sirven para evaluar y poder mejorar individualmente, para así luego poder crecer luego en grupo", concluye Makazaga.

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