SPECIALE

18 Mai 2015

El control sobre la forma física

Rafa González de Txabarri, preparador físico de San Pedro Ecolmare, nos explica la utilidad de estas pruebas de resistencia para el día a día de los clubs

Los clubes de remo alternan los entrenamientos en el mar con entrenamientos en el gimnasio utilizando ergómetros y máquinas del gimnasio. Al margen de estos entrenamientos, los remeros se someten de vez en cuando a diferentes pruebas para medir las cualidades físicas de cada deportista, como pueden ser la flexibilidad, fuerza, resistencia... Estas pruebas se realizan cada 4, 5 o 6 semanas, dependiendo de los ciclos que se haya marcado el equipo y se mide la potencia y la fuerza máxima que mueven los remeros, siempre compaginándolas con las pruebas en el agua, dentro de la trainera. Las pruebas en las que nos centramos esta vez sirven para llevar el control de la capacidad de resistencia del remero. Los objetivos de estos ejercicios son, por un lado ver si se han cumplido los objetivos marcados en el ciclo anterior y por otro lado, poner plazos para los ciclos siguientes que sirven para marcar las intensidades de entrenamiento y especificar para cada remero el trabajo a realizar.

Los remeros practican en los ergómetros aumentando los niveles de intensidad progresivamente. En estas pruebas de resistencia entra en juego una sustancia denominada lactato, que aparece en la musculatura cuando esta se fatiga. Después de terminar cada nivel de intensidad en el ergómetro, se miden los niveles de esta sustancia analizando una gota de sangre sacada de la oreja. Exponer a los remeros a estas pruebas de resistencia da información objetiva a los entrenadores sobre el nivel de respuesta al esfuerzo, el ritmo cardíaco y la recuperación, que pueden ser importantes a la hora de que un remero entre o no a remar durante la competición.

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